Hace casi 5 otoños de la última entrada en este hermoso blog que me supo acompañar muchos años hermosos de mi vida y probablemente pasen 5 años hasta el próximo así que voy a escribir algo que voy a leer dentro de muchos años. Algo me invita hoy a volver a publicar acá algo que nadie va a leer pero tampoco importa demasiado.
Son las ganas de mantener este espacio vivo y de escribir de un poco. A varios de los blogueros que seguía en esa época los sigo en otras redes y eso es bien. Mis bloguiamigos.
En el último posteo (bueno, ahora este sería el último, pero se entiende) hablaba que todo el mundo se había ido al facebook y ya no leía blogs. Y hoy ya sueña de viejo choto ese comentario porque todos estamos en Instagram. Me gusta pensar que en 5 años, cuando haga el otro posteo, Instagram ya va a haber pasado de moda y la nueva red social sea una donde solo se pueden subir posteos en lenguaje de señas. Es el futuro, es obvio.
Hace un rato no me salía escribir obvio a mano, no me acordaba si iba primero la b o la v. Quería contarlo.
Escribiendo en la compu salió solo, les juro, no soy tan bruto. O si?
Ese "O si" era un latiguillo de la época que hacía un influencer llamado Martín Cirio, ¿qué será hoy de él? Influencer es otra cosa que existía en el 2019. hoy en el 2024, a poco tiempo del fin del gobierno de Fernández-Fernández ya no existen más. Ahora quienes reinan las redes sociales se llaman coachs virtuales.
Otra postal de la época en la que escribí este posteo es el éxito de Ideas del Sillón, mi proyecto con mi amigo, colega y socio Seba Culp (a quien conocí a través de este mismo blog). Y si, por qué no tirar chivo de lo que hago. Ideas del Sillón era el mejor libro de humo de la época, como todo, incomprendido. Hoy es un libro de culto que tiene miles de seguidores y hay páginas en esa red social de lenguaje de señas en donde nos piden que volvamos pero no va a suceder a menos que venga alguien y ponga toda la guita. Más allá de que en el 2024 estamos peleados a muerte, si ponen la plata hacemos lo que nos pidan. Las cosas no cambiaron tanto.
Bueno, nos vemos en otros 5 años a menos que me den ganas de contar más sobre la época en la que vivo en este momento.
Besis
Son las ganas de mantener este espacio vivo y de escribir de un poco. A varios de los blogueros que seguía en esa época los sigo en otras redes y eso es bien. Mis bloguiamigos.
En el último posteo (bueno, ahora este sería el último, pero se entiende) hablaba que todo el mundo se había ido al facebook y ya no leía blogs. Y hoy ya sueña de viejo choto ese comentario porque todos estamos en Instagram. Me gusta pensar que en 5 años, cuando haga el otro posteo, Instagram ya va a haber pasado de moda y la nueva red social sea una donde solo se pueden subir posteos en lenguaje de señas. Es el futuro, es obvio.
Hace un rato no me salía escribir obvio a mano, no me acordaba si iba primero la b o la v. Quería contarlo.
Escribiendo en la compu salió solo, les juro, no soy tan bruto. O si?
Ese "O si" era un latiguillo de la época que hacía un influencer llamado Martín Cirio, ¿qué será hoy de él? Influencer es otra cosa que existía en el 2019. hoy en el 2024, a poco tiempo del fin del gobierno de Fernández-Fernández ya no existen más. Ahora quienes reinan las redes sociales se llaman coachs virtuales.
Otra postal de la época en la que escribí este posteo es el éxito de Ideas del Sillón, mi proyecto con mi amigo, colega y socio Seba Culp (a quien conocí a través de este mismo blog). Y si, por qué no tirar chivo de lo que hago. Ideas del Sillón era el mejor libro de humo de la época, como todo, incomprendido. Hoy es un libro de culto que tiene miles de seguidores y hay páginas en esa red social de lenguaje de señas en donde nos piden que volvamos pero no va a suceder a menos que venga alguien y ponga toda la guita. Más allá de que en el 2024 estamos peleados a muerte, si ponen la plata hacemos lo que nos pidan. Las cosas no cambiaron tanto.
Bueno, nos vemos en otros 5 años a menos que me den ganas de contar más sobre la época en la que vivo en este momento.
Besis