Para aquellos asiduos lectores que ni se lo imaginan, este queridísimo blogger ha incurrido en las ancestrales artes del yoga hace unos meses. Yo se que piensan en mi como aquel peludo, gordo y poco elástico hombre que se la pasa frente a la pc todo el día mirando fotos de minitas en facebook, pero no, lamento defraudarlos.
El asunto es que a lo largo de estos meses descubrí que, al menos el estilo del yoga al que incurro, se divide en tres grandes partes.
1. La fuerza física. Es más exigente de lo que parece, mantener posiciones y hacer torsiones sosteniendo todo el cuerpo en equilibrio no es tarea fácil. De hecho, transpiro el doble que cuando juego al fútbol. Y cuando digo fútbol me refiero al winin con la play.
2. Paz mental. A su vez, cada postura lleva a una relajación mental que no es fácil lograr. Todo desemboca en la final relajación y meditación que creo yo es la frutilla del postre del yoga. Siempre y cuando no te quedes dormido y te tires unos ronquidos, como suele pasar.
3. Fuerza anal para no tirarse pedos. Si, el yoga también conlleva a la relajación de esfínter, por lo que gran parte de la clase uno se la pasa haciendo fuerza para no estar tirándose pedos. Relajar esfinter suele ser parte del armado de una pose, pero más de una vez debemos olvidar ese paso y hacer todo lo contrario. Contraer, contraer, contraerl.
Hay un acuerdo común donde si a alguien se le desliza uno, todos haremos como si no hubiese pasado nada. Como pasa en las mejores familias. Si tu vieja se entera que fumás porro, se va a hacer la boluda. Si tus amigos se enteran que sos gay, nadie va a hablar nunca más del tema. Si tu jefe te vio garchando en la oficina, nos haremos todos los boludos.
Como la ley de la vida, para hacer nuestra convivencia más sana, mejor quedar callados sobre ciertos temas.
Yo ayer me tiré mi primer pedo, pero por suerte fue silencioso y pasó inadvertido. Pero en la misma clase (aclaro también que son clases muy reducidas de entre 2 y 4 personas) una compañera no logró retener el escape y no sólo eso sino que se olvidó también de activar el silenciador. Pero como todo caballero que soy, me hice el boludo y todo siguió como si nada.
El asunto es que a lo largo de estos meses descubrí que, al menos el estilo del yoga al que incurro, se divide en tres grandes partes.
1. La fuerza física. Es más exigente de lo que parece, mantener posiciones y hacer torsiones sosteniendo todo el cuerpo en equilibrio no es tarea fácil. De hecho, transpiro el doble que cuando juego al fútbol. Y cuando digo fútbol me refiero al winin con la play.
2. Paz mental. A su vez, cada postura lleva a una relajación mental que no es fácil lograr. Todo desemboca en la final relajación y meditación que creo yo es la frutilla del postre del yoga. Siempre y cuando no te quedes dormido y te tires unos ronquidos, como suele pasar.
3. Fuerza anal para no tirarse pedos. Si, el yoga también conlleva a la relajación de esfínter, por lo que gran parte de la clase uno se la pasa haciendo fuerza para no estar tirándose pedos. Relajar esfinter suele ser parte del armado de una pose, pero más de una vez debemos olvidar ese paso y hacer todo lo contrario. Contraer, contraer, contraerl.
Hay un acuerdo común donde si a alguien se le desliza uno, todos haremos como si no hubiese pasado nada. Como pasa en las mejores familias. Si tu vieja se entera que fumás porro, se va a hacer la boluda. Si tus amigos se enteran que sos gay, nadie va a hablar nunca más del tema. Si tu jefe te vio garchando en la oficina, nos haremos todos los boludos.
Como la ley de la vida, para hacer nuestra convivencia más sana, mejor quedar callados sobre ciertos temas.
Yo ayer me tiré mi primer pedo, pero por suerte fue silencioso y pasó inadvertido. Pero en la misma clase (aclaro también que son clases muy reducidas de entre 2 y 4 personas) una compañera no logró retener el escape y no sólo eso sino que se olvidó también de activar el silenciador. Pero como todo caballero que soy, me hice el boludo y todo siguió como si nada.
Esfinter suena a Splinter. ¡Y de hecho está meditando! |
10 comentarios:
Jajaja! tu compañera me hizo acordar a María Amuchástegui, ¿te acordás?
Podrías haber sido un mejor compañero y toser o estornudar vo
El innecesario relato de tu flato escapista fue opacado por el momento "Amuchastegui" de tu compañera. Jaa! Diga "Ommm"
Felicitaciones (?) por su pedo público primogénito, señor.
Pregunta: ¿Cómo sería la cara que pone el que acaba de ser identificado como la fuente del pedo? ¿Cara de póker? ¿de yo no fui? ¿Se cagan de risa? (metafóricamente hablando, por supuesto)
Todos hemos sufrido esos siniestros pedos en público, en lugar reducido. yo hacía gimnasia artística y siempre tuve aceleración gástrica... bajón.
Felicitaciones por tu primer pedo, que da inicio a un sinfín de pedos futuros. Y que vengan muchos más!
Practico yoga hace muuuchos años.Si no querés ser Houdini no comer ni beber tres horas antes de la práctica.Y si aún así,tu cuerpo quiere expresión corporal a pleno....OMMMMM
Anita
Pero las mujeres no se tiran pedos...
tenés razón Al, pero en yoga todo es diferente. es un mundo al revés
y gracias por el dato anita, re va!
en cuanto leí el titulo corrí a preguntar si era cierto q se tiran pedos, pero claramente por su descripcion, si, es cierto.
Digo, vale tanto la pena el yoga como para estar aguantandose pedos de vieja???
Deje deje, yo paso.
a veces son pedos de nenitas hermosas de 18 años, hijas de empresarios con toda la tarasca, así que vale la pena.
igual no es mi caso. en mi caso son todas viejas
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