Al final, a Rambo no le gustaba la guerra. Le gustaba otra cosa mucho más lúdica.
Se que es medio rata esta actualización, pero estoy en una etapa de blanco mental-metal. Ya volverán esas historias libridas y estiridianas que tanto les gusta leerles a sus puchucucus los sábados a las 15 de la noche.
1 comentario:
q horror. no el mensaje de este rambo, sino el rambo en sí.
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