Postal de la noche de esas de cartón copada que te llevás de los lugares cool y después nunca sabés donde ponerla

Ayer, después de mucho mucho tiempo, volví a ver a una banda de gggrock. O indie rock. O rock inglés. O rock medio pop, indie, medio puto, inglés. ¡Pero fue genial!
Los flacos se llaman Los Campesinos, y eran una banda de pendejos y pendejas ingles@s todos bonit@s y chet@s pero que la rockearon bastante. Nos divertimos mucho (sobre todo en la parte de tener que comprar la entrada a 100 pesos y haber pasado los cuatro gratis).

Pero la postal de la noche fue cuando, llegando al cierre del show, me encontrábale yo colgueteado viendo como flasheaban estos pibes haciendo mucho quilombo, subiendo y bajando del escenario, haciendo mosh, bardiando lindo, hasta que algo interrumpe mi ensueño y me golpea el cuello.

Y no hay nada pior que te golpeen el cuello mientras estas distraído.
Miro a Bort que estaba al lado mío y se está riendo, a lo que asumo que el autor del golpe había sido él. Pero había algo que no cerraba. Miro al piso, a mi costado, y veo un palillo de batería.

Al parecer, el pelotudo del cantante (que también hacía percusión y bailaba re gay) había tirado el palillo y como todos los putos del público se cagaron, nadie lo agarró. Lo tuve que parar valientemente yo con el pecho, hacer jueguito y dejarlo caer en el piso. Fue como todo muy torpe, pero cuando entendimos todos que fue lo que había pasado no paramos de reír con Cerno y Bort. No comimos perdices porque no eramos tan felices y no teníamos hambre, pero la pasamos bien. Igual como soy un tierno se lo regalé a Mich.

Les dejo el hit de la banda: