viernes, 5 de septiembre de 2008

Yo estoy al derecho

Un pequeño relato hecho para la facultad. Una boludez que me resultó simpática.


La vida de Ingrid nunca volvió a ser la misma desde que comenzó a practicar gimnasia artística. De hecho, su manera de pensar, de actuar y de ver las cosas, cambiaron para siempre.
Todo comenzó al mes y medio de clases, cuando le enseñaron a pararse de manos. Ella tenía gran facilidad para esta disciplina y desde la primera vez que lo hizo, sintió como que volvía a nacer, más allá de que no recordaba con exactitud el momento de su nacimiento. Pero aún así, sintió algo nuevo dentro de ella.
El pararse de manos empezó a ser algo cada vez más frecuente en sus días, ella encontraba gran placer en estar en esa posición. A tal punto que de tanto hacerla, aprendió a controlar su circulación, para que no le baje toda la sangre a la cabeza y así poder estar la mayor cantidad de tiempo parada de manos.
Y así, después de un corto tiempo, aprendió a caminar así, para luego hacer casi todas sus actividades diarias de esta manera. Salvo bañarse y comer. Pero esta última solo por que a su madre no le gustaba verla cortar su comida con los pies, no por que no pudiese hacerlo.
Asimismo, lo que en un principio parecía un capricho, se volvió una costumbre. Tanto sus profesores, como sus amigos y familiares, le recriminaban que eso no era normal. Que debía caminar con sus pies y no al revés. Pero ella hacía oídos sordos ante estos reclamos. Ella había encontrado su forma de ver al mundo, una forma propia, en la cual se sentía extremadamente cómoda. De hecho, empezó a simpatizar las ideas de Jauretche y Galeano y sus conceptos de ver los mapas al revés. De esta manera, la Argentina podría estar al norte y los países imperialistas al sur.
Su nueva mirada del mundo era perfecta, pero como toda persona que piensa distinto y es feliz así, fue criticada hasta el cansancio. A tal punto, que el desgaste mental que le probocaron la llevó a volver a caminar con los pies y comer con las manos. Ingrid nunca volvió a sentirse cómoda en ningún lugar.

3 comentarios:

MacExplorer dijo...

NOOOO pará loco. si es una boludez no la leo ni a gancho. no me hagas perder tiempo en leer boludeces...que te crees!!

BORT dijo...

Ingriiiidddd!!! Seguro dominaba la 69 como ninguna...

Cecilia Martínez Ruppel. dijo...

qué lindo! me gustó me gustó! (dos veces)