Un día en mi trabajo durante las olimpiadas o de cómo vi mi Primer Partido de Hockey femenino.
Para el que no sepa, yo trabajo como ayudante de cátedra en una escuela de periodismo, la cual dicta la carrera terciaria de periodismo general y periodismo deportivo. Y ya que un gran evento a nivel mundial se está llevando a cabo, las clases se están viendo levemente afectadas por estos sucesos deportivos actuales.
Para darles un ejemplo, ayer trabajé una hora y después nos fuimos todos a la sala de computación a ver el partido. Y cuando digo todos me refiero a docentes y alumnos, tanto de periodismo general como deportivo. Con mate y facturas, gritando goles y todos. Todo esto mientras algunos docentes sí cumplían con su trabajo y daban clase.
Hoy me toca el curso de deportivo y el docente a cargo me dice de ir a la sala de televisión, cosa extraña ya que nos tocaba ir a radio. Pero claro, en la sala de radio no hay tele y en la sala de tele… si hay tele.
Y así es como vi mi primer partido de hockey femenino (tomando mate con bizcochitos, que duro es mi trabajo) y aprendí muchas cosas.
1. Apenas uno ve alguna competencia en la cual participen mujeres, lo primero que hace es ver cual está buena, ya sabiendo de antemano que la mayoría son feas.
2. Como dije antes, la mayoría de las jugadoras son feas, pero hay alguna que otra que está bastante buena. Tanto las holandesas como las argentinas (para el que no sepa, el equipo nacional perdí por 5-2, nos aplastaron).
3. Los relatores se tomaban la suficiente confianza, mientras realizan la crónica del espectáculo deportivo, como para llamar a las jugadoras por los diminutivos de sus nombres. Tales como “Michu”, “Romi”, “Laly” y “La Pulposa”. Cosa que en los partidos de fútbol no pasa muy seguido. No me imagino al relator llamando “Juli”, “Diegui”, “Andy” o “El Gran Trípode Astral” a los hombres que estén jugando, salvo algunos casos particulares. Y eso es discriminación.
4. El hockey es un deporte muy extraño.
5. A nadie le dieron un pelotazo o un palazo en la cara ni en algún otro lado del cuerpo. Un embole.
6. Una holandesa, la que metió 3 goles, está bárbara.
7. Las holandesas son todas iguales. Rubias, medio castañas, con la piel tostada y todas, pero TODAS, tenían una camiseta naranja. Cosa bastante extraña a mi parecer.
8. Si le sacan una amarilla a alguna jugadora, sale por 10 minutos y después vuelve a entrar. ¡Qué loco! A una argentina le sacaron una tarjeta cuando quedaban 8 minutos de juego y no pudo volver. Jajaja. Perdedora.
9. Cuando las minas pierden y les hacen las clásicas entrevistas para ver qué sienten y por qué perdieron, lloran. ¡LLORAN! Háganse hombres. No da. Es una vergüenza.
Bueno, y después aprendí cosas como que se juegan dos tiempos de 35 minutos a los cuales no se les agrega nada de tiempo extra, que hay corners re extraños donde todas las jugadoras de defensa se meten adentro del arco con protectores en la cara y demás cosas extrañas. Es un deporte verdaderamente extraño.
Pero bueno, todos los días se aprende algo nuevo en el trabajo.
1 comentario:
Habrase visto ¡Holandesas feas! eso sí que es raro y decepcionante. El tenis y el hockey hace que bajemos nuestras expectativas, cualquier mina que es 4 puntos en la calle, en esas canchas son 7 puntos... es raro tambien... Yo voy con la leona rebequi o como se escriba
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