Sonó el teléfono
y volvieron a cortar.
Ya es la tercera vez en el día,
y yo sigo sin poder mear
Quise ver televisión,
recostado en mi sillón,
pero el no encontrar el control,
me hizo peder la razón
El microondas encendí,
para ver si calvo la radiación me podía dejar.
No solo sin un pelo quedé,
sino que a ciego y tartamudo evolucioné
Por último suicidarme intenté.
Unas pastillas encontré,
y una cantidad sin fin me tomé.
Pero luego, más alegre que nunca me encontré,
bailando a más no poder, en el famoso Boliche Club Renomé.
2 comentarios:
muy bellas rimas las de usted y sus desgracias que nos alegran a todos cada dia.
un post solo para vuestra merced ha sido posteado en el blog de los colores quema-retinas.
terminó bien el día al final!
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