jueves, 12 de junio de 2008

Pero no pensé que tan pronto...

Vieron lo que decía ayer sobre apoyar suavemente mi cabeza en el hombro de algún señor desconocido más alto que yo en el subte y quedarme dormido...



Bueno, hoy el sueño me superó por completo. El problema es que no había ningún señor desconocido más alto que yo en el subte. Me quedé dormido parado y sin estar agarrado a nada ni apoyado en nadie. Antes de volver a despertarme había perdido el equilibro y ya me estaba cayendo encima de una señora, petisa y hasta un poco mayor. Era tal mi estado de inconsciencia que mi cuerpo pesaba más que una piedra en Júpiter (planta con una alta fuerza de gravedad). Tal es así, que terminamos los dos cayéndonos al piso, en un subte repleto de gente, pero no lo suficiente como para que alguien detenga nuestra trayectoria.

Lógicamente la señora me dijo de todo, creo que hacía mucho que no me sentía así, como adolescente que se manda una cagada y lo sabe. Claro que utilicé mis mejores excusas para zafarme de esa y ahí mismo empezó la función. Que donde estoy..., que estoy mareado..., que necesito sentarme..., ¿Qué...? ¿esta es Tribunales? ¡Nonono, me tengo que bajar que llego tarde al traumatólogo!

Y así, una vez más, su fiel servidor (que frase más estúpida) logró salirse con la suya. Llegando 20 minutos tarde al trabajo por haberse bajado dos estaciones antes. No pude hacer la de bajarme y tomar el siguiente subte porque no bajé solo y haberme quedado ahí hubiese generado grandes sospechas de mi historia. La cual era simplemente perfecta. Y menos que menos iba a salir, dar una vuelta y volver a entrar y pagar el boleto nuevamente.
Nono, nada de eso, camino las 15 cuadras que me separan de mi destino y otra bella mentira me salvará de una reprimenda por haber llegado 20 minutos tarde al trabajo. Pero esa es otra historia que contaré en otra ocasión

Que mente diabólica la mía.

4 comentarios:

Belén dijo...

me hace acordar a una pelicula de olmedo. el se quedaba dormido en un micro en el hombro de un tipo, y se iba encarinando, lo abrazaba, se acurrucaba. era gracioso.

Tomás en Shorts dijo...

JE.... si, me imagino que lo debió ser.

Anónimo dijo...

Que bajón lo que te pasó...sobre todo lo de la señora muy mayor, esas no tienen piedad cuando insultan. hay mucha mala onda en el subte, muuuucha.
Mañana venite tipo 6, 7 de la tarde asi nos preparamos, vos sabes lo tensa que estoy con lo de la barra. Trae calzas, vamos a hacer un poco de ejercicio.
Despues te llamo al cel y arreglamos, o voy a tu casa a comer (comida de la que comen "ustedes") y planeamos todo bien.

sshhoo***

Belén dijo...

no séeee, son muchos. es como una barcaza en un maremoto (?)